En torno al aborto hay un debate ideológico entre quienes están a favor y en contra. Pero no existe discusión científica. Las pruebas de que el acceso seguro a esta práctica salva vidas están fuera de toda duda. Y así lo ha querido subrayar este miércoles el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyessus: “Dada la decisión del Supremo de Estados Unidos sobre Roe contra Wade, quiero reafirmar la posición de la OMS. Todas las mujeres deben poder decidir sobre sus cuerpos y salud. Punto y final. El aborto seguro es parte de la asistencia sanitaria”.
El Tribunal Supremo de EE UU tumbó el pasado viernes el precedente sentado por la sentencia del caso Roe contra Wade, que dio en 1973 rango federal a la libertad de las mujeres de interrumpir el embarazo. La decisión devuelve a los 50 Estados la potestad de legislar sobre el tema, y se calcula que 26 están dispuestos a derogarlo.
En una rueda de prensa en la sede de la OMS, Tedros ha enfatizado que no existe duda de que restringir el acceso al aborto “lleva a las mujeres y chicas a optar por abortos inseguros, que resultan en complicaciones y hasta en la muerte”. “Y esto no se basa en hipótesis, sino en múltiples investigaciones y evidencia científica. Limitar el acceso al aborto seguro cuesta vidas y tiene un impacto mayor en mujeres de las comunidades más pobres y marginadas”, ha asegurado el director de la OMS, quien ha lamentado que con la decisión de la Justicia estadounidense se esté dando la espalda a cuatro décadas de avances en este ámbito.
“Mi experiencia en India es que el acceso al aborto salva vidas y que negarlo es como negar a alguien un medicamento que le puede salvar”, ha dicho su parte la científica jefe de la OMS, Soumya Swaminathan, médica de origen indio. “Si no tienen acceso, (las mujeres) lo van a intentar igual. Esto las lleva a manos de personas que se aprovechan de la situación y se produce un gran daño para la salud o la muerte por las complicaciones que pueden surgir, como las infecciones”, ha afirmado.
Estas declaraciones entran dentro de la posición que la OMS lleva años sosteniendo sobre el aborto. En sus guías, actualizadas el pasado marzo, cuantifican 39.000 las muertes que causan los 25 millones de abortos inseguros que se realizan cada año en el mundo. La gran mayoría de los fallecimientos (más del 90%) se podrían haber evitado.
“Junto con las recomendaciones clínicas y de prestación de servicios, las pautas recomiendan eliminar las barreras políticas médicamente innecesarias para el aborto seguro, como la penalización, los tiempos de espera obligatorios; el requisito de que la aprobación debe ser dada por otros miembros de la familia, o instituciones; y límites sobre cuándo durante el embarazo puede tener lugar un aborto. Tales barreras pueden conducir a retrasos críticos en el acceso al tratamiento y poner a las mujeres y las niñas en mayor riesgo de sufrir abortos inseguros, estigmatización y complicaciones de salud, al tiempo que aumentan las interrupciones en la educación y su capacidad para trabajar”, establece la OMS.