El Ejército mexicano construye el tramo 5 del Tren Maya en una zona de severo peligro de hundimiento e inundación.
Documentos en poder de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) desde 2020 establecen los riesgos de construir en la zona, debido a “uno de los sistemas de cavernas más grandes del mundo, el sistema Sac Actun y al fenómeno de sufosión”.
Los riesgos de hundimiento han sido alertados por ambientalistas, que han denunciado el delicado sistema de cuevas y cenotes que domina la región.
Pese a los riesgos por el terreno, los ingenieros de Sedena establecieron un sistema de construcción por viaductos, que tomarán fuerza en pilotes para darle fuerza a la estructura.
Solo en el tramo “Cinco Norte” se desarrollarán 30.28 kilómetros de viaducto, por 13.29 de construcción a nivel.
El objetivo de la obra es darle solución al “severo” riesgo que prevalece en gran parte del proyecto. En esta gráfica se dibujan en rojo los tramos con peligro severo (en la escala para evaluar el Riesgo kárstico).
En los documentos de avance de la obra constan imágenes de los ‘trabajos de campo geología’, en los que se aprecia la fragilidad del terreno.
Entre los archivos obtenidos por el colectivo Guacamaya está el análisis del terreno realizado por las empresas Senermex, KeyCapital, Daniferrotools y Geotecnia y Supervisión Técnica, en el que se alertó de los peligros para la construcción en este terreno.
El documento recibido por Sedena en mayo de 2020 estableció como solución la construcción de losas de cimentación o pilotes, aunque se advirtió que estas estructuras no deben contaminar los ambientes de ríos subterráneos ni las cuevas.
… los ambientes kársticos son elementos medioambientalmente protegidos que no pueden ser contaminados. Es por ello que para que esta solución sea ambientalmente aceptable, se debe garantizar que la ejecución de la pila no contamine alguna cavidad o conductos.