A partir de las reprobables y lamentables agresiones políticas de género que emitió la gobernadora de Campeche Layda Sansores contra las legisladoras de nuestro partido, exigimos respeto y justicia para nuestras compañeras diputadas priistas; afirma la dirigencia estatal del PRI, encabezada por el presidente Fabrizio del Castillo y la secretaria general Roxana Higuera.
Es indignante que un gobierno que cuenta con la cifra histórica más alta de feminicidios y con un aumento abismal en la inseguridad en los espacios públicos, donde principalmente las víctimas son mujeres, fomente aún más la violencia de género que nos ha llevado y nos tiene en una crisis social. Pero lo más deplorable, y lamentable, es que sea una mujer la portavoz de estas agresiones y que esté bajo su mando el gobierno del estado de Campeche; la falta de respeto, la ausencia de sororidad, y la misoginia con la que se dirige la gobernadora Sansores a las mujeres no la podemos permitir, sentenció Roxana Higuera, dirigente estatal del PRI en BCS.
Añadió la secretaria general, que las acciones de este gobierno solamente son expresiones de la indolencia e indiferencia con la que son vistas las mujeres; un gobierno que ignora los feminicidios, a las mujeres desaparecidas, a las víctimas de violencia sexual y a todas las mujeres de nuestro país. El PRI en Baja California Sur, suscribe las declaraciones de nuestro Presidente del CEN, dip. Alejandro Moreno Cárdenas, en las que afirma que este gobierno federal es el peor enemigo, la peor desgracia y la peor tragedia para las mujeres y para nuestro país, un gobierno que promueve los abrazos para quienes las asesinaron.
Apuntalando esta postura, el presidente del CDE del PRI en BCS, Fabrizio del Castillo señaló que la cortina de humo generada por la gobernadora de Campeche, no sólo es una distracción, sino que las insinuaciones realizadas el 5 de julio acerca de las diputadas federales priistas, constituyen un acto de violencia política en razón de género, en tanto son ataques a su persona por ser mujeres al tiempo que cuestionan sus capacidades para desempeñar la responsabilidad que la ciudadanía les confirió. Estas acciones son un delito federal, sus acciones son inadmisibles y crueles, este posicionamiento no alude a temas políticos, sino a la dignidad de las mujeres de nuestro país, ninguna mujer debe ser cuestionada ni agredida de esta manera.