La diputada María Luisa Ojeda González, exigió hoy profundizar la revisión de la calidad, conceptuación y suficiencia de los contenidos, claridad de instrucciones y de iconografía de los materiales, transitando en este ejercicio de la teoría a la práctica y de la práctica a la teoría.
Desde tribuna, se pronunció porque el nuevo modelo educativo, la Nueva Escuela Mexicana y los nuevos libros de textos gratuitos, en el proceso de su estructuración, revisión, aprobación, edición e impresión, sean transparentes, públicos y con pleno respeto a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y a la Ley General de Educación.
En la sesión ordinaria de este jueves, la representante popular del Partido del Sol Azteca, aludió al Comité de Transparencia de la Secretaría de Educación Pública, que en su vigésima segunda sesión ordinaria celebrada el 13 de junio de 2023, con el número de acta ACT/CT/2250/13/06/2023, clasificó de “información reservada“ las asambleas y análisis del Plan y los Programas de Estudio para el diseño de los libros de textos gratuitos para la educación básica; lo que da pie a especulaciones sobre posibles sesgos, omisiones, falta de progresión e integración o manipulación ideológicas de los contenidos de los libros.
En ese contexto cuestionó: ¿Por qué el temor o por qué evadir y descalificar la crítica, si la Comisión Nacional del Libros de Textos Gratuitos, fundada el 12 de febrero de 1959, como órgano público descentralizado de la Secretaría de Educación Pública, con el objetivo de proporcionar libros de manera gratuita a los alumnos de educación básica inscritos en el Sistema Educativo Nacional, éstos, siempre han estado sujetos a la crítica e incluso a la descalificación, lo que en un sentido propositivo, ha servido y nos debe servir como motivación para su mejora.
Ojeda González cuestionó también tanta secrecía y opacidad en la concepción, diseño y elaboración de los libros de texto gratuitos, ¿qué acaso la decisión del
gobierno federal de haber reservado por cinco años la información relativa a quienes participaron en la elaboración y criterios para el diseño de sus contenidos, no nos ofrece esa lectura? Fustigó la luchadora social.
En adición, el artículo 110 de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública, en sus 13 párrafos, en ninguno de ellos se puede justificar y sustentar el por qué reservar la información con respecto a los libros de texto gratuitos.
“El sentido común y cuando verdaderamente se tiene una correcta lectura de comprensión, nos indican que el proceso de elaboración y revisión que los libros de texto gratuitos, debió ser pública y transparente por tratarse de la atención de un derecho de interés superior de niñas, niños, adolescentes y jóvenes en el ejercicio de su derecho a la educación”, concluyó.