El dólar oscilaba en torno a mínimos de siete meses el viernes, ya que una serie de datos alimentó la preocupación entre los inversores de que una desaceleración económica pueda ser inevitable, mientras que una racha de toma de ganancias obligaba al yen a retroceder.
Frente a una cesta de seis destacadas divisas, el dólar ganaba un 0,2%, a 102,17 unidades, manteniéndose algo por encima de los mínimos de siete meses tocados el miércoles.
El índice dólar ha caído un 1,3% este año, tras perder un 7,7% en los últimos tres meses de 2022, cuando los inversores comenzaron a considerar una mayor probabilidad de que la Reserva Federal redujera el ritmo de alzas de las tasas de interés.
El dólar y otras divisas
El yen se llevaba la peor parte de la fortaleza del dólar, que subía hasta las 129,26 unidades. La divisa japonesa, que los inversores han favorecido durante mucho tiempo como refugio seguro y moneda de financiación, ha tenido unas semanas volátiles.
Los especuladores apuestan a que el Banco de Japón, el último gran banco central que todavía emplea una política monetaria laxa, se está acercando a un cambio hacia una postura más estricta.
Una ola de datos estadounidenses en la víspera indicó que la mayor economía mundial se está desacelerando tras los múltiples aumentos de tasas por parte de la Fed. Los mercados monetarios muestran que los operadores se están preparando para el fin de las alzas de tipos a mediados de año.
Por su parte, el euro operaba estable a 1,0834 dólares, mientras que la libra esterlina cedía un 0,4%, a 1,2342 dólares, tras datos en Reino Unido que mostraron una caída sorpresiva en las ventas minoristas en diciembre, ya que los compradores británicos compraron menos, pero gastaron más.
