¿Una bacteria que se puede observar a simple vista? Por definición sabemos muy bien que las bacterias son organismos microscópicos unicelulares, es decir, su tamaño es tan pequeño (de micrómetros de longitud) que no es posible observarlos a simple vista, para ello, se requiere de un microscopio y ciertas técnicas de tinción que las evidencien.
Pese a este conocimiento general, recientemente un grupo de científicos publicó en la revista Science el hallazgo de una bacteria gigante encontrada habitando las hojas en descomposición bajo el agua de un manglar en el Caribe. Esta bacteria es, por mucho, la más grande jamás observada.
Se reporta que el tamaño promedio de esta bacteria oscila entre uno y dos centímetros de longitud, lo que, evidentemente, la hace visible a simple vista; la mayoría de las especies bacterianas miden alrededor de dos micrómetros de largo, y algunas de las más grandes alcanzan los 750 micrómetros.
De esta manera, esta bacteria es aproximadamente 5000 veces más grandes que la mayoría de estos microorganismos. Un tamaño colosal para un organismo de esta clase ¿No lo crees? El autor principal del estudio, Jean-Marie Volland, describe que «Para ponerlo en contexto, sería como si un humano se encontrara con otro humano tan alto como el Monte Everest».
Este hallazgo, como muchos de los mayores descubrimientos en la ciencia, se realizó desde el 2009 por azar, ya que los científicos se encontraban muestreando el manglar en busca de bacterias que usaran azufre para generar energía.
Según se describe, uno de los investigadores observó algo muy extraño al poner su muestra de agua en una placa de Petri para su estudio; finos hilos (como fideos) estaban flotando sobre las hojas y tierra, y así surgió la duda sobre qué eran esas inusuales estructuras.
Con el tiempo y un gran número de estudios, se ha identificado que estos extraños hilos corresponden a bacterias, pese a que los propios investigadores creían que eran organismos eucariotas; «pensé que eran eucariotas; no pensé que fueran bacterias porque eran muy grandes y aparentemente tenían muchos filamentos. Nos dimos cuenta de que eran únicos porque parecían una sola célula. ¡El hecho de que fueran un microbio ‘macro’ fue fascinante!», dijo la autora del estudio Silvina Gonzalez-Rizzo.
Los científicos bautizaron a este espléndido espécimen como Thiomargarita magnifica y, aunque podría parecer irreal, la denominación de la bacteria más grande descrita hasta la fecha no es la única característica que la hace única, y los investigadores revelaron en otro estudio, igualmente publicado en la revista Science, otras increíbles peculiaridades.
Mencionan los autores que, además de observar que cada filamento de aproximadamente un centímetro correspondía a células individuales gigantes, se determinó que el ADN y los ribosomas de Thiomargarita magnifica están contenidos en estructuras (membranas), algo que no se observa en las bacterias que, de hecho, se distinguen por no tener ese tipo de compartimentos. Estos organelos se denominaron pepinas.
Además de esto, se reporta que esta gigantesca bacteria contiene tres veces más genes que lo que se conoce en las mayoría de las bacterias y más de medio millón de copias de su genoma, lo que se denomina poliploidía, que se distribuyen por toda la célula. Estas tres características sin duda alguna desafían el concepto general de célula bacteriana y tienen implicaciones muy importantes en su funcionamiento.
Debido a que tienen compartimentos que pueden movilizarse en la longitud de la célula, las proteínas encargadas de la generación de la energía química (ATP) pueden localizarse en cualquier lugar, lo que no conduce a una limitación de tamaño y, por tanto, puede explicar que esta bacteria soporte los 2 centímetros de longitud.
Finalmente, otra característica nunca antes vista en este tipo de organismos es que para replicarse no requiere duplicar su tamaño, ya que simplemente separa una porción del filamento que más tarde alcanzará la longitud característica de estas bacterias.
Para conocer más a detalle puedes consultar el artículo aquí: Science