En medio de una intensa rivalidad política entre la administración Trump y los líderes del partido demócrata, el republicano Gregg Abbott, gobernador de Texas, otro estado con una gran población latinoamericana, anunció el martes por la noche que ordenaba el despliegue de la Guardia Nacional.
“La Guardia Nacional de Texas será desplegada en distintos puntos del estado para garantizar la paz y el orden. Protestar pacíficamente es legal. Dañar personas o propiedades es ilegal y desembocará en detenciones”, escribió en X y agregó que la Guardia empleará “todo tipo de herramientas” para “mantener el orden”.
Texas National Guard will be deployed to locations across the state to ensure peace & order.
— Greg Abbott (@GregAbbott_TX) June 11, 2025
Peaceful protest is legal.
Harming a person or property is illegal & will lead to arrest.@TexasGuard will use every tool & strategy to help law enforcement maintain order. https://t.co/rS8b5zgE3T
El martes miles de personas marcharon en el sur de Manhattan, en Nueva York
Del otro lado del espectro político, el gobernador demócrata de California, Gavin Newsom, convertido en una figura prominente de la oposición a Donald Trump, quiere impugnar en los tribunales la decisión de desplegar el ejército en su estado, bastión demócrata.
“Desplegar en la calle a combatientes entrenados para la guerra no tiene precedentes y amenaza el mismo fundamento de nuestra democracia”, denunció Newsom en un comunicado, considerado como un posible candidato a la Casa Blanca para 2028. “Donald Trump se comporta como un tirano, no como un presidente”.
Trump llamó “animales” a los manifestantes y consiguió que las tropas abuchearan a los demócratas Gavin Newsom y al expresidente Joe Biden.
El presidente republicano ordenó el despliegue de miles de miembros de la Guardia Nacional (una fuerza de reserva) y marines en activo en Los Ángeles, pese a la oposición a esta medida por parte de las autoridades californianas.
La Guardia Nacional, una fuerza armada de reserva, suele estar controlada por los gobernadores estatales y se utiliza habitualmente en respuesta a desastres naturales.
Sus reservistas no han sido desplegados por un presidente contra la voluntad de un gobernador estatal desde 1965, en el auge del movimiento por los derechos civiles.