Derivado de la desaceleración emanada principalmente de factores al interior de la economía nacional y local, entre las que se encuentra la elevada tasa de inflación que aumenta el precio de los alimentos y artículos de primera necesidad para las familias mexicanas, así como la falta de una mejor tecnificación de la mano de obra mexicana, de una reforma fiscal que promueva las inversiones que estimulen la deducción de las prestaciones de previsión social, el Diputado José Rigoberto Mares Aguilar (PAN) propuso al pleno del Congreso del Estado, reformar el artículo 20 de la Ley de Ingresos del Estado de Baja California Sur, en materia de derechos laborales para estudiantes y madres solteras.
Mares Aguilar planteó en tribuna que, el objetivo que persigue la iniciativa, es el de fomentar el empleo de medio tiempo entre estudiantes y madres solteras estableciendo un estímulo fiscal a favor de las personas físicas y morales, obligadas al pago del Impuesto Sobre Nóminas que, durante el ejercicio de 2024, integren a su planta laboral en empleos de medio tiempo o parcial o por horas, consistente en un subsidio del 100% sobre el importe a pagar por dicho impuesto, causado por las erogaciones pagadas a las personas antes referidas.
“Estoy decidido a impulsar la generación de empleos tan importantes como lo son el de medio tiempo o parcial y el derecho a la inclusión en el mundo laboral de cientos de estudiantes y madres solteras en el Estado de Baja California Sur. Esta iniciativa es el reflejo de mi compromiso con la equidad de oportunidades en una sociedad sudcaliforniana cada vez más demandante de buenos empleos […]”
En contexto, mencionó que la Organización Internacional del Trabajo (OIT), estableció el principio de que “el trabajo no es una mercancía”, si no, un derecho humano, no solo para lograr el disfrute de otros derechos humanos, sino que constituye una parte inseparable e inherente de la dignidad humana, sin embargo, cuando se refiriere al derecho al trabajo suele suponerse un trabajador habitual mixto, de ocho o siete horas y media, dejando de lado que existen trabajadores y trabajadoras emergentes como estudiantes y mamás solteras que buscan una fuente de sustento compatible con sus estudios o sus labores en el hogar, ante la precariedad económica por la que atraviese el país.
