Icono del sitio Sotavento News

Fumata negra en el Vaticano: aún no hay nuevo Papa tras la primera votación

Este miércoles, tras la primera votación del cónclave en la Capilla Sixtina, la chimenea instalada sobre el tejado del recinto emitió humo negro, señal inequívoca de que aún no se ha elegido al nuevo Papa.

La atención mundial se centró por unos minutos en el Vaticano, donde cardenales de todo el mundo se encuentran reunidos para definir quién ocupará el trono de San Pedro.

El humo oscuro indica que ninguno de los 133 cardenales electores logró obtener los 2/3 de los votos requeridos. Esta primera ronda se realizó como marca el protocolo del Vaticano para el día de apertura del cónclave.

De acuerdo con la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, el primer día del cónclave se realiza solo una votación por la tarde (tiempo del Vaticano). A partir de mañana, los cardenales podrán realizar hasta cuatro votaciones por día: dos en la mañana y dos por la tarde, hasta que un candidato obtenga la mayoría calificada.

Tras cada ronda, las papeletas se queman en una estufa especial. Si no hay Papa, el humo es negro. Si sí lo hay, se usa una mezcla que genera fumata blanca, acompañada del anuncio Habemus Papam desde el balcón de la Basílica de San Pedro.

El humo negro es el resultado de la quema de las papeletas tras una votación sin consenso. Este color se logra al mezclar sustancias químicas específicas —tradicionalmente alquitrán o paja húmeda— con los documentos quemados, para garantizar que el mensaje sea claro para los fieles congregados en la Plaza de San Pedro y para los millones que siguen el evento en vivo.

En contraste, el humo blanco, cuando llegue el momento, anunciará que uno de los cardenales ha sido elegido como nuevo Pontífice por una mayoría de dos tercios.

El ritual del cónclave: tradición y secreto

El cónclave es un proceso profundamente ritualizado que data del siglo XIII. Los cardenales electores permanecen incomunicados en la Capilla Sixtina hasta que logren un consenso. Pueden realizarse hasta cuatro votaciones por día, y cada una concluye con la quema de las papeletas.

El Vaticano no revela detalles sobre las votaciones individuales ni sobre los nombres considerados, por lo que el humo —negro o blanco— se convierte en el único canal oficial de comunicación con el mundo exterior durante el proceso.

¿Cuándo podría haber humo blanco?

Si bien en algunos cónclaves recientes la elección se ha definido en uno o dos días, el tiempo que toma alcanzar un consenso varía en cada caso. Por ello, el mundo seguirá atento a cada fumata, esperando el momento en que se anuncie Habemus Papam.

Salir de la versión móvil